EL ADVIENTO A TRAVÉS DE LA ACTUALIDAD 

-Es tiempo de preparación para tu venida. No se trata de un examen o control de calidad que tengamos que pasar con más o menos nota. Es, sin duda, un tiempo de discernimiento que va de dentro hacia fuera y viceversa.

-No es mera repetición anual de una serie de ritos religiosos mezclados con otro rosario de costumbres culturales. Es experiencia existencial de paso y conversión. 

-Tiene como protagonistas a la fragilidad de nuestro ser humanos y la confianza en Dios Padre y Madre.  “No puedo saber lo que me espera, lo que nos espera, en adelante, pero cada vez soy más consciente de que Dios quiere que me ponga en Sus manos y le deje llevarme a través de las cosas que están por venir, y debo aprender a confiar en Él sin miedo ni preguntas ni vacilaciones ni pasos atrás” (Thomas Merton, Diarios, diciembre 1947).

-Mira a Jesús para recordar la pasión  primera. Coincidir de nuevo con él por los caminos de la vida apartando cualquier obstáculo que nos dificulte la marcha junto a él. “Cada uno de nosotros tiene su roca.  Una enorme piedra puesta en la boca del alma, que no deja filtrar el oxígeno, que oprime en un puño de escarcha, que bloquea toda hoja de luz.  Es la roca de la soledad, de la miseria, de la enfermedad, del odio, de la desesperación, del pecado”. (don Tonino Bello)

-Nos recuerda “estad atentos a lo que pasa en la vida” para vivir con lucidez y mantener despierta una actitud de respuesta y rebeldía frente a cualquier tipo de injusticia. El Adviento trata de mostrar ese gusto real por la vida

Toño Martínez